Cuando me preguntan por mi formación, siempre digo que las vivencias compartidas con parejas y familias que, a lo largo de los años, han confiado en mí para sus reportajes fotográficos son para mí la mejor escuela de fotografía. Los cursos, los talleres, la mentoría que me acompañó en mis inicios… Todo ello me ha abierto los ojos hacia nuevas las tendencias y enfoques. Pero el verdadero aprendizaje está en cada oportunidad que me dáis para narrar una historia única que, como bien digo siempre, merece grandes recuerdos.